martes, 5 de junio de 2018

Chubasco, de Cielo (la trastornada pero que la amamos igual)

Chubasco: es un tipo de precipitación que se caracteriza porque sobreviene bruscamente y termina con la misma rapidez. Puede ocurrir en forma de nieve, agua, granizo, etc. Los chubascos suelen producirse con buen tiempo en las horas más calurosas del día y cesan al llegar la noche. Cambiamos "precipitación" por "hombre" y entendemos todo.

Desde chica, sin que nadie me lo explicara, aunque todos me decían que no, entendí que iba a estar sola y asumí que estar sola cuesta mucho, duele en el cuerpo, enferma. Que no tener en quien apoyarse pesa y duele. De chica intuí que hay que confiar poco y en pocas personas. Los humanos somos sólo humanos y por eso decepcionamos. Ahora pienso que si alguien me lo hubiera dicho desde el principio, hubiera sido más cautelosa. Hubiera confiado menos y me hubiese dolido menos.

No sé describir bien lo que se siente ser correspondida, es una especie de tranquilidad condimentada con mucho miedo, porque parece que algo tan perfecto esta todo el tiempo a punto de explotar.

Él me había infectado con una bacteria misteriosa y yo estaba feliz de tener ese ántrax de felicidad. Él me había contagiado sus ganas de vivir, su amor por la música. De repente ya no tenía mucho miedo de hablar con extraños por la calle. Dejé de agarrarme de mi cartera como si transportara una catarata de monedas de oro, empecé a llevar sólo lo indispensable. Como dice él: "cuando te morís, vayas al cielo, al infierno o a la urna o a parar en cenizas al río Paraná, no necesitás nada de lo que llevás en tu cartera. Lo importante lo tenés vos adentro, no te lo pueden robar".

En mi cabeza todas mis neuronas gritaban su nombre.

Ya lo tenía todo planeado, lo había escrito en un cuaderno. Nos íbamos a encontrar, él me iba a saludar con un beso mitad de mejilla, mitad de boca, como diciéndome: "quiero besarte pero primero hablemos un poco". Yo iba a sonreir, a sonrojarme un poco, seguro y después ibamos a dar vueltas por la plaza probablemente tomados de la mano. Ibamos a caminar, a charlar, a reirnos bastante y si llovia, parecia que iba a llover, nos ibamos a resguardar en el techo de algún bar.

Tenía el pelo del todo mojado y ya habia empezado a estornudar. Estornudaba tapándome con el brazo y no con la mano. Así más parecia que estaba llorando. Más lástima le daba a la gente que pasaba y más me miraban. Pero ninguno paró, ninguno me ofreció ayuda. La gente tiene miedo. Tienen miedo de encariñarse. Yo también siempre había sido miedosa.

Para cada solución encontrás un problema.

Dijo "Te amo". No me importó que me dejara plantada, no me importó que no me dijera "hola, acá estoy", no me importó que me dejara llorar mientras me veía, debajo de la lluvia. Me importó que me dijo te amo.

Me acosté en la cama y pensé mucho. Me imaginé el futuro juntos, las fotos, los cumpleaños, los días buenos y los malos. Los abrazos, los besos y las caricias.

A menudo pienso en mi velorio. No porque quiera morirme, solamente porque quisiera ver las caras de los asistentes. Quisiera ver quienes van, por qué y con qué humor. Quisiera saber si van a llorar o si solamente van a fingir estar tristes. Quisiera ver quienes se llenan los ojos de lágrimas de pelar cebolla y quiénes estan ahí dolidos sin saber cómo van a continuar sus días sin mi.

Se me ocurrió poner un pedacito de una canción de Cerati "Me cuelgo la guitarra, vuelo y voy a verte, es que... a mi me es fácil olvidar, tal vez pueda olvidar".

Salvador me había robado el cuerpo, no podia hacer otra cosa más que pensar en el encuentro.

De camino imaginé cincuenta encuentros diferentes, que incluian desencuentros. Finales felices y bizarros. En algunos, el era un actor famoso, en otros no aparecía. En algunos encuentros nos dábamos la mano y paseábamos por avenidas llenas de gente en blanco y negro, solamente nosotros teníamos color. En otros, no nos gustábamos y el ni siquiera accedía a darme la mano.

¡Iba a tener un hijo! Eso que me contaba cada noche desde hacía meses por chat, ese sueño de formar una familia conmigo, eso estaba haciendo con otra persona. Con alguien a quien no quería. ¿Se estaba quedando con Helena porque estaba embarazada? ¿O porque la amaba de verdad? ¿Pensaba ser feliz conmigo, con quien realmente amaba, o vivir una vida de frustraciones con ella? En estos casos, qué es lo más importante? ¿Ir a donde te lleva el cuerpo o a donde te llevan la cabeza y los compromisos? ¿Ir a donde te lleva el deseo? ¿A dónde quería llegar Salvador conmigo? ¿A qué estaba jugando?

Sos un incapaz, sos un desequilibrado emocional. ¿Quién pensás que sos para jugar así con los sentimientos de alguien que te ama? ¿Para qué me dijiste todo este tiempo que era la mujer con la que querías estar toda tu vida? ¿Para qué me dijiste que querías que fuera la madre de tus hijos? ¿Por qué tanta mentira? ¿Qué necesidad tenías de ser tan pero tan cruel? Me permito robarle a un viejo cantante y decirte: "Ojalá no pueda tocarte ni en canciones".

Me pasé varias horas llorando mirándome al espejo, viendo cómo me caían las lágrimas. Es reconfortante saber que hay testigos de nuestra tristeza, aunque no sea más que nuestro reflejo.

¿De qué se enamora alguien cuando se enamora? ¿Te enamorás de la persona, o de la imagen que te hiciste en la cabeza de esa persona? ¿Te enamorás de lo que sos cuando estas con ella? ¿Te enamorás de lo que sentís? Te enamorás como un idiota aunque sabés que va a terminar mal.

Quererte tanto hasta volverme loca, perder identidad para cumplir tus deseos. Llenarme de pedidos tuyos, guardar páginas de nuestros chats. Deseando que el sentimiento desaparezca.

No quiero saber nada con la música, que se la lleve. Que me deje en paz, que me deje vivir sorda. Quiero ser sorda y tonta, no entender nada de lo que pasó. Quiero saber que así va a seguir mi vida. Vacía y aburrida. Voy a estar sola y aburrida.

Durante toda la tarde no pensé en nada más que Salvador. Me permití ese lujo y juré que a las doce de la noche me iba a olvidar de él.

Mis viejos me castigaron con silencio.

Yo estaba muy contenta porque había cortado con su novia y porque me había venido a buscar a mí. Teniendo tanta gente conocida que con seguridad lo deseaba... él me vino a buscar a mí. Prácticamente una desconocida, con quien se reía mucho y nada más.

Deberíamos tener un chip en el cerebro donde se grabaran todas las cosas que nos importan. Por ejemplo, las charlas con gente que nos gusta, los primeros besos, las primeras veces en el sexo, las mejores veces en el sexo, los recitales a los que fuimos y amamos, las cosas que dijimos, los paisajes que vimos.

¿Quién puede abandonar a alguien así, sin dar explicaciones? ¿Cómo podes entrar en la casa de alguien que te ama y tirar así como quien tira un papel en la calle un "no quiero verte más"?

Desde que estaba con Picasso no había música en mi vida.

Nos quedamos los dos en silencio, él miraba el piso, yo lo miraba a él. Me senté en la cama también. Se levantó y se acostó en la otra cama.

Más que nada lo extrañaba a la tarde, más que siempre. Es esa hora mágica cuando la tarde se hace noche y el cielo se pone rosa, violeta, naranja.

Las ganas que tenía de que volviera a visitarme, que volviera a verme. Quería volver a tocarlo.

En cada partida se juega mi dignidad y mi incapacidad de prever el siguiente movimiento, que al parecer siempre es el mismo: insistir. Y entonces gana siempre el otro, cualquiera que me maravilla con un par de palabritas dulces.

"Un clavo oxida a otro clavo". Se refiere a que "un clavo saca a otro clavo" no funciona. Que cuando te querés olvidar de un flaco, no sirve estar con otro flaco. Pero en fin, oxidar a Picasso era lo más coherente que se me ocurría hacer.

Me pasé la noche pensando en lo bien que lo había pasado. Pero también pensando que "bien" no era "excelente". Excelente era el pasado con Picasso, los videos de Picasso durmiendo, lo mucho que me gustaba que se quedara en mi departamento. Excelentes eran los emails de Salvador y los chats eran desesperantes. Rosario era hermoso, era buena persona y había conseguido esas entradas inconseguibles, pero no lo amaba. De hecho, no sentía nada por él. No sentía nada por nadie. Estaba como muerta.

"Estoy tan desengañada, tan parecida a vos. Una vez me dijiste que querías << pero con resguardos >>. Y después de mucho tiempo llego a entenderlo. Entiendo al menos qué querías decir... pero conmigo no tenías que esconderte, no había de qué protegerse. << Mi amor era puro, maleable, arenilla >>. Cuando pienso en lo que me hiciste, soy más parecida a una roca, a un parlante, a una silla. Estoy, me usan, eso es todo. No tengo sentimientos hacia personas como tenía antes, te llevaste todo. Sí, vivo más tranquila: << no querer >> te hace vivir tranquilo. No quiero a nadie, entonces nadie puede hacerme daño. Mis emociones sólo las demuestro con mis amigas y mi terapeuta. Todo aquel que excluya ese círculo para mí es inanimado. Me convierto en un autómata y me cristalizo, me hago impenetrable. No necesito a nadie, pero a veces te extraño. Me paso la vida escuchando a otros: los problemas de otros, las alegrías de otros. Soy un receptor de emociones ajenas... y no puedo aprehender ninguna de ellas. Me pasan por al lado, me rozan siquiera. Pero ningún sentimiento penetra. Puedo sonreír, puedo ir a un hotel, puedo hacer el amor. Hasta hace unos meses pensaba que podía casarme, que podía tener una familia, quizá hasta hacer una vida normal. Hoy sé que nací para morirme sola. Todo lo que anhelo, lo que para la gente es normal, para mi es inalcanzable; o peor, se escapa cada vez que acerco la mano. Nací para morirme sola, porque LO ELIJO. No quiero que nadie entre, que nadie me moleste. Así estoy bien. Y a veces te extraño. Me siento confundida porque mientras más receptiva soy, menos recibo. Escucho, pero no soy escuchada. Extraño nuestras charlas, tu interés en qué me pasaba a mí. Estoy cansada de conocer gente pedante que lo único que hace es hablar de sí misma. Estoy harta de escuchar. No estoy tomando una actitud represiva de << no quiero querer a esta persona >>. Los sentimientos no surgen.

"Me duele mucho la cabeza". Y me preguntó si no estaba diciendo eso para no tener que tener sexo con él. Nos reímos un rato. Me acosté en la cama y Rosario cerró la puerta. Cuando abrí los ojos lo vi al lado mío: pensé que se había ido, pero ahí estaba. Sentado en la cama, acariciándome la cabeza. Me sentí mucho mejor. Me sentí acompañada y querida. No lo amaba, pero era un buen parche hasta que apareciera Salvador.

Te extraño. Todas las noches me duermo pensando en cómo me pasé la vida perdiendo el tiempo. Primero con uno, después con otro. Mi cuerpo puede ser de cualquiera, pero mi cabeza es sólo para vos. Solamente puedo pensar en vos, soñar con vos, cantar por vos.

Antes de irme a dormir bajé al kiosco y compré un chocolate, y cuando volví a casa me lo comí entero mientras miraba una peli con Tom Hanks. Esa noche comí el chocolate más rico, miré la película más hermosa y me dormí pensando en que pronto lo iba a ver.

Últimamente había estado reaccionando mal. Como con Picasso. Visto a la distancia, contado muy por arriba uno puede preguntarse: ¿qué pasó con Picasso, cuál es la historia? Y alguien descuidado puede decir: "nada, la mina estaba obsesionada, se creyó cualquiera y un día cuando el flaco se cansó y ella se quiso matar". Alguien que vivió conmigo la historia o que por lo menos intentó descifrarla con más cuidado, sabría que en realidad fue una historia de amor. A veces, las historias de amor son unipersonales. El ochenta por ciento de las historias de amor tienen un solo protagonista, ¿no?

Dos personas que se aman no pueden vivir separadas por mucho tiempo, son imanes.

Mi amor es absoluto.

Cuando quiero escribir algo realmente importante, lo hago en papel. El papel no se pierde, se pega con un imán de delivery en la heladera, junto con el número de la heladería o la pizzería, mientras que el documento de Word se extingue cuando entra un virus en la computadora, cuando te roban la laptop en un descuido en un bar, cuando a tus DVD de back up les aparecen hongos o cuando a tu disco removible, ese donde guardas todas tus fotos y tus mejores videítos, tu gato lo tira al piso y se parte por dentro. Y todos sabemos que es más fácil que te pase cualquiera de estas cosas a que te falte un imán en una heladera.

Entonces no se amaban. Decían que se amaban. Mentían. Exageraban porque se lleva, queda bien decir que uno ama a alguien, pero no amaban una mierda. Siguen sus vidas como si hubieran dejado una banda, o un grupo de estudio en la facultad, ¡no como si hubieran dejado al amor de sus vidas! Y esto me da una pauta: hay distintos grados de amor. Yo amo en el Grado Primero, en el más grave, aquel del que no se vuelve. Uno no puede enamorarse y romper y seguir con su vida. Por lo menos yo no puedo. Sí, puede que sea obsesiva, sí, puede que hasta me traten de enferma, pero lo otro no es verdadero amor. No me jodan.
.
.
.
Y bueno nada, terminé un sábado a las 00.30 hs. iniciándo la lectura de un libro que creí que me iba a hacer creer en el amor, pero fue rompiéndome y enfermándome de a poco. Hasta las 04.30 hs. aproximadamente. Creo que debería haberlo dejado antes de que todo se fuera al carajo y dormirme, para terminarlo al otro día. Así al menos me iba a dormir ilusionada y feliz. Pero intensa siempre.

Chubasco, Cielo Latini.

No hay comentarios:

Publicar un comentario