La vida es tan frágil.
Parece mentira que ayer estabas acá y que hoy ya no. Todos los que te conocieron, incluso yo, que compartí tan poco tiempo con vos, siempre te recordarán. Esa alegría y pasión que siempre expresabas por todo. La fuerza y las ganas con que hacías todo por más cansado que estuvieras. La comprensión, la paciencia cuando las cosas no marchaban como debían. Siempre con amabilidad y amor tratando de transmitir todo lo que sabías.
La vida es tan efímera.
Todo lo que sé de la música te lo debo a vos, para siempre. Supiste acomodar toda la pasión que yo sentía en palabras, partituras, conceptos, significados. Me enseñaste a apreciar cada pequeño sonido.
Siempre poniendo alegría y amor en todo lo que hacías. Qué poco tiempo tuvimos. Cuánta tristeza siento por saber que no estás ahí esperando que vuelva. El primer empujón, te lo debo para siempre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario