Nunca me había dado cuenta de lo importante que es tener una mascota, un animalito en casa. Anoche cuidé al cachorro de una amiga y se quedó en casa. Jugamos, le di de comer, le ladró a la gente que pasaba por la calle y me tiré en el piso sólo para acariciarlo y que me diera besos. Es increíble como uno sin darse cuenta canaliza todo en ellos, ellos absorben lo negativo y lo devuelven con más amor. En el momento no me dí cuenta de nada, pero esta mañana fui al trabajo más feliz que nunca.
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