-No creo que resista un año más de pleitos. Una intervención divina es lo que me hace falta. Ojalá pudiera escribir una petición a Dios rogándole que ponga fin a esta historia.
-¿Y por qué no lo haces?- me contestó ella
Expliqué a Iva mis opiniones sobre el asunto de la oración. Es decir, que no me parece bien pedir a Dios cosas concretas, porque lo veo como una especie de falta de fe. No me gusta decirle: << ¿Puedes cambiar esto o aquello que no me funciona en la vida? >>. Porque -¿quién sabe?- tal vez Dios quiera ponerme ese reto por algún motivo concreto. En cambio, prefiero rezar para pedirle valor para enfrentarme a lo que me suceda en la vida con ecuanimidad, sin importarme los resultados.
Después de escucharme educadamente Iva me preguntó:
-¿De dónde has sacado esa idea tan tonta?
-¿Cómo dices?
-¿De dónde has sacado que no puedes usar la oración para pedir algo al universo? Tú formas parte de este universo, Liz. Eres un componente más. Tienes todo el derecho del mundo a participar en el funcionamiento del cosmos y a permitir que se conozcan tus sentimientos. Así que date a conocer. Expón tu caso. Créeme, al menos te escucharán.
-¿En serio?- dije muy sorprendida
-En serio. Vamos a ver, si fueras a escribir una petición a Dios ahora mismo, ¿qué dirías?
Me lo pensé durante unos segundos. Después saqué un cuaderno y escribí esta petición:
Querido Dios:
Por favor, intervén para ayudarme a acabar con este divorcio. Mi marido y yo hemos fracasado en nuestro matrimonio y ahora estamos fracasando en nuestro divorcio. Este proceso tan venenoso nos está haciendo sufrir enormemente a nosotros y a todos los que nos quieren.
Sé perfectamente que tienes que ocuparte de guerras y tragedias y conflictos mucho mayores que la última bronca de una pareja disfuncional. Pero tengo entendido que la salud del planeta se ve afectada por la salud de todos los individuos que lo habitan. Mientras dos almas se hallen en desacuerdo, el mundo entero se verá contaminado por su disputa. De igual modo, si al menos dos almas se liberan de la discordia, esto incrementará la salud general de todo el planeta, igual que un grupo de células sanas incrementa la salud general del cuerpo donde se hallen.
Por tanto, mi humilde petición es que nos ayudes a poner fin a este conflicto para que al menos dos personas puedan disfrutar de la libertad y la salud, y para que haya un poco menos de animosidad y amargura en un mundo ya sobrecargado de sufrimiento.
Te agradezco tu amable atención.
Respetuosamente,
Elizabeth M. Gilbert
Comer, rezar, amar.
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