martes, 22 de julio de 2014
No se si era la luz de las velas, el calor entre las sábanas o el porro... pero su voz era la más bonita del mundo, su piel era tan suave, su sonrisa tan brillante. Éramos el amor en un sillón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Entrada más reciente
Entrada antigua
Inicio
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario