miércoles, 12 de octubre de 2011

Esto me pasaba a menudo cuando me escapaba

¿Qué sería de mí si tú me dejaras?:
Una señorita reservada
bien vestida y educada.
Sin un descuido ni una payasada,
ninguna mordida en la manzana.
Sin las noches que me regalabas
ésas en las que contigo me escapaba.

Por la ventana, sigilosa, sin que nadie lo notara.
El jardín muy lentamente atravesaba.
Las filosas rejas afiladas con cuidado yo saltaba
durante el salto todo lo pensaba
con los pies bien preparados el silencio aseguraba.
En la calle pocos autos, no llovía, ni nevaba.
Las zapatillas, aunque algo rotas mucho me ayudaban
a correr hacia donde tú me esperabas.
Los oscuros callejones sin cuidado atravesaba.
Al cansarme yo seguía, pues más nada me importaba.

Desde la plaza muy tranquilo tú me observabas.
Yo siempre te veía, porque nunca te tardabas.
En el camino a tu encuentro, a mucha prisa me peinaba,
mi campera acomodaba,
de tus ojos no me despegaba
los ruidos fuertes no escuchaba
pues me tenías hipnotizada.
Pasos fuertes yo marcaba
porque el piso no encontraba.
Al ser tan potente tu mirada
yo sentía que volaba.

Literalmente yo volaba, 
no lo pensaba, ni lo soñaba
pues un auto me chocaba
al vacío me arrojaba
sumamente impactada me encontraba.
Tú, muy rápido a mi lado estabas
y yo oía cómo te lamentabas
mientras ya ni tus ojos enfocaba.
No entendía, pues ya nada encajaba.

Tu mano sobre mi pecho presionabas
tus labios y los míos se rozaban.
Pero eso no era un beso, más bien ellos se golpeaban,
en mi boca tú soplabas
pero el aire se escapaba.
Y la luna muy inquieta nos miraba
mientras a mi lado sollozabas.
Y yo sentía como que ya no estaba
porque mi corazón se agrietaba

No hay comentarios:

Publicar un comentario