Cuidándome.
¿Qué tan triste es que no encuentre tu
sonrisa entre mis amigos?
¿Qué tan loco se ve que te extrañe todo
el tiempo?
que en todo lo que veo estas tu
en todo lo que huelo, lo que oigo, y lo
que hago.
Despierto un día y salgo a la calle, el
sol parte el cemento a mis pies.
Doy vuelta a la esquina y veo un muchacho
con una guitarra a la espalda
eres tú.
Sigo caminando, me inserto entre la
multitud, cuando camina hacia mi
una sonrisa que no tiene comparación:
dientes brillantes, labios carnosos,
voluptuosos, suaves a la vista
es tu risa.
De repente mi mundo da vueltas, el suelo
se eleva ante mis pies,
la luz del sol me ciega los pasos.
Recuerdo que no he comido nada en varias
horas
entro en el primer restaurante que
encuentro
el olor se ese lugar, termina de
perturbar mi paz
un olor tan dulce, tan cálido y hogareño
es el aroma de tu casa, mi amor.
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