viernes, 31 de enero de 2014

Waitress

Querido bebé:
  Si te escribiera una carta tal vez sonaría como una disculpa. Se que todo el mundo merece a una mamá que desee a un bebé como tú, que también sea una buena esposa, un miembro honorable de la sociedad... y yo no puedo decir que sea nada de eso. Y no estoy segura de que el mundo sea un buen lugar para traerte a él. Mucha de la gente que conozco no vale la pena, muchas de las cosas que pasan no vale la pena vivirlas.
  No lo tomes a mal bebé si no me ves contenta como las otras mamás que dan brincos y explotan de alegría.
  Francamente no se qué tengo para ofrecerte bebé.
  ¿Qué tal si dejo a Earl y no gano el concurso la próxima semana y no tengo dinero? ¿Qué diablos voy a hacer contigo?
  Toda mi vida bebé, lo único que he querido hacer es escapar ¿qué clase de madre es esa?
  Quisiera poder sentir otras cosas bebé. Como emoción por tenerte conmigo ahora o fe de que seré una buena mamá. Aunque mi vida no sea buena y el mundo como yo lo veo no es tan bonito como te hacen creer en este libro.
  En fin, esta carta que escribo para ti suena más a una carta para mi, ¿cierto? 
Con amor, mamá.





Querido bebé:
  Quisiera poder enseñarle a un bebé como tú la diferencia entre el bien y el mal, lo correcto y lo incorrecto, pero parece que no soy apta para enseñarle nada a nadie.

Querido bebé:
  Al principio sólo era algo sexual.





Querido bebé:
  Espero que algún día alguien quiera abrazarte veinte minutos seguidos sin hacer nada más, sin alejarse, sin verte a la cara, sin tratar de besarte. Que no haga más que envolverte en sus brazos y abrazarte sin un gramo de egoísmo.







Querido bebé:
  En algún lugar del espacio entre la preparación de la tarta y Earl comiéndola después, esa noche empezó la conversación más íntima de mi vida. Era acerca de mi madre, de lo mucho que me quiso, de lo triste que estaría de ver que mi vida es así. De Earl y de cómo cambió después de casarnos y se volvió alguien a quien temo. De la soledad de ser una mujer tan pobre y tan asustada.
  Y después me hice adicta, bebé. Me hice adicta a decir cosas que le importaran a alguien.





Querido maldito bebé:
  Por si quieres saber la historia de cómo compramos tu maldita cuna te contaré: tu cuna se compró con el dinero con el que supuestamente me compraría una nueva vida. Cada vez que te acueste en esa maldita cuna voy a pensar: "maldito bebé, maldita cuna y yo estoy clavada en esta maldita vida".



...


sábado, 18 de enero de 2014


Qué zarpada que es la vida a veces, de la nada voy a su casa, porque sí, sin avisar. Llego justo después de que le pasó eso tan horrible. Llora. La abrazo. Y todo el tiempo que pasó y toda la distancia que nos separó, de repente nunca existió.
Soy su mensaje en pedo de las 5 de la mañana.
Ese mensaje que al otro día ve y se arrepiente de haber enviado.
Cuando me comparan con los demás siempre parece que todos hacen TODO mejor que yo

jueves, 16 de enero de 2014





Cuando me extrañes poné una foto mía en el fondo de tu celular, así cada vez que la veas vas a pensar en mí, que estoy ahí con vos y que está también mi corazón 

lunes, 13 de enero de 2014

Estoy enamorada de él porque me mira como siempre quise que me miraran. Porque cuando está cerca de mi, los problemas que me carcomen la cabeza no parecen tan grandes, y parece estupido haberme lamentado por ellos.

Estoy enamorada porque me hace sentir que no hay nada más, que solo somos nosotros dos.

Porque si no fuera lo que es no seguiría adelante, lo dejaría pero no puedo porque quiero estar con él siempre.

Porque cuando lo conocí no creía en nada y él me hizo creer de vuelta.

Porque lo imaginé incontables veces y cuando lo tuve todo se hizo real.

Estoy tan enamorada que me da miedo, pero cuando me acaricia justo como yo quería me da un sentimiento de no sé, que me dice que él es el único, que él es lo que quiero para mi vida.

sábado, 11 de enero de 2014

Ah, me olvidé de darme cuenta que somos novios desde el 18dediciembrede2013, y que según nuestros cálculos llevamos juntos dando vueltas desde hace casi 4 años. Qué locura.

Y además esta todo bien con papá y mamá.

Ojalá nos dure

jueves, 2 de enero de 2014

Quizás algún día pueda leer todas las cartas que le escribí y nunca le envié